martes, 11 de septiembre de 2007

LA LEY ANTI-ONG NAUFRAGA ANTE EL TC



Gonzalo Gamio Gehri


El reciente fallo del Tribunal Constitucional en contra de las pretensiones del gobierno peruano constituye una victoria democrática. Seguro que no una victoria definitiva, pero sí un avance en cuanto a la salud de las libertades civiles. Es también un penoso revés para los sectores más retrógrados de la “clase política” – sectores mayoritarios del aprismo y de UN, el fujimorismo en pleno, tanto el que participa del ejecutivo como el que actúa en el Congreso - y la prensa más visceralmente reaccionaria. En los últimos días hemos podido leer y escuchar a quienes, heridos en sus deseos más profundos, han reaccionado con irritación frente al pronunciamiento del TC. Los directores de los medios de ultraderecha, Lourdes Alcorta, Flores Aráoz, Mulder – excepcional la crítica de Laouer a este último en La República – y tantos otros. No he tenido ocasión de escuchar a la dirigencia del sector conservador de la Iglesia, pero imagino que la irritación es similar.

Pero creo que se trata de un triunfo – provisional, repito, no deseo pecar de ingenuo – de algunos elementos de democracia liberal que todavía existen a pesar de los vientos autoritarios que soplan ya entre nosotros. Al partido de gobierno le interesa acallar las críticas articuladas desde la sociedad civil (la poca oposición parlamentaria que existe no brilla precisamente por su lucidez ni formación). Los Aldos Mariáteguis y los García Mirós se autocalifican como “liberales”, pero no creen en la libre asociación y en el pensamiento libre, y no tienen idea de lo que es la sociedad civil. Estos falsos liberales consideran que se trata un artificio comunista, cuando se trata de una construcción liberal. Su inspiración y sus fuentes de Wikipedia no les dan para tanto. Los sectores eclesiásticos ultramontanos ya no hablan de Aparecida – el documento les parece demasiado progresista para su gusto – y han vuelto a sus intereses habituales: arrinconar a la Iglesia profética y retomar sus plantes de tomar la PUCP por asalto. Que el tribunal falle a favor de las ONG les ha sabido bastante mal. Algunas ONG, junto con ciertos sectores académicos y ciudadanos puntuales, configuran parte del espacio de discusión y construcción de opinión pública que todavía queda.

La pregunta que queda pendiente es: ¿Es posible esperar que los nuevos tribunos recién elegidos se comporten con la independencia y el juicio crítico que han caracterizado al TC desde la recuperación de la democracia? Varios de ellos provienen de canteras asociadas al APRA, tenemos uno vinculado a UN y por allí otro vinculado al humalismo cuya cercanía no ha sido discutida todavía. La forma en que han sido elegidos ha generado una serie de cuestionamientos rigurosos. Ya sabemos que nuestros políticos poco saben de la división de poderes y del gobierno limitado. A ellos – como a los adalides de la prensa autoritaria – “liberalismo” sólo les suena a hacer negocio sin obstáculos externos. Pero no, una democracia liberal es algo más que un gigantesco Mc Donald´s.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien Gonzalo, coincido contigo.

José Talavera dijo...

Hola Gonzalo,

Si uno lee La Razón (el peor de esa troika de diarios de la derecha "dura")y a su director Uri Ben Schmuel encuentra cosas peores. Hace unos días ponían en sus titulares la noticia de que los fujimoristas, pese al fallo del TC, volverían a presentar una propuesta. Y últimamente están entrevistando a varios juristas (Fernán Altuve-Febres, por ejemplo, que no tiene muy buena fama que digamos) que proponen o eliminar o recortar las funciones del TC.

Sobre la Sociedad civil, todos estos individuos la desprecian y ningunean, hasta la niegan, pero creo que las ONG's también a veces cometen el error de reducirla solo a su entorno, es decir, sociedad civil = ONG's, cuando la sc implica muchos más grupos humanos.

Y sobre los falsos "liberales" (neoliberales) últimamente se ha desatado una interesante discusión en varios blogs (yo he tratado el tema, también en Gran Combo Club). El viernes pasado Ricardo Vazquez Kunze, desde su tendencia derechista, criticaba en su columna de Correo esa mediocridad de la misma derecha, que se asume como tal solo comportandose aristocráticamente o defendiendo el libre mercado, pero nada mas. Y se pregunta por ejemplo, ¿por qué no hay ONG's de derecha? La única que yo conozco es el ILD de De Soto, un proclamado liberal, pero si uno ve su propia web descubre como se jactan de haber sido reconocidos por gobiernos como el de Mubarak en Egipto (que está en el poder desde 1982), Musharraf en Pakistán (militar que gobierna a la fuerza) y Nazarbayev en Asia central (gobierna desde 1991). ¿Tiene algo de liberal sentirse orgulloso de ser reconocido por estos dictadores? Es como Friedmann, el totem neoliberal, con Pinochet.

Muy buen blog, al igual que tus clases (aunq no te lo he podido decir personalmente). Y gracias por los comentarios en el mio. Tengamos fe que la PUCP, aun con sus errores (como lo que ha pasado con Arte o lo que reclaman hoy los trabajadores) se mantenga independiente y libre de aquellos que quieren quitarle ese espíritu crítico que la caracteriza.

Saludos

Gonzalo Gamio dijo...

Muchas gracias por tus generosos comentarios, José. En realidad yo he aprendido a hacer un blog sobre temas políticos siguiendo el ejemplo de tu Blog.