lunes, 13 de enero de 2014

“THE MAJESTIC”. LA LIBERTAD INDIVIDUAL Y LA DIVERSIDAD








Gonzalo Gamio Gehri


The Majestic (2001), dirigida por Frank Darabont y protagonizada por Jim Carrey, Lauren Holden, Martin Landau y Catherine Dent, es una de esas películas norteamericanas que exploran un problema político crucial y que sin embargo pasan desapercibidas para el crítico. En plena era del macartismo – tiempos en los que un tristemente célebre Comité para la investigación de actividades “antiamericanas” perseguía implacablemente a muchos artistas e intelectuales sindicándolos como “comunistas” y “rojos”, presuntos miembros de una conspiración contra el estilo de vida “democrático” y “estadounidense” -,  Peter Appleton, un joven guionista de películas de serie B, es convocado por el temible Comité para evaluar su trabajo. Se sospecha que sus textos encubren “mensajes a favor de la Unión Soviética”, mensajes en clave, por supuesto. Como consecuencia de ello, su contrato queda en suspenso. Aterrorizado, decide huir de inmediato. Desafortunadamente, sufre un accidente de auto, pierde el conocimiento y las aguas de un río lo llevan al pueblito de Lawson, California.

Es asistido por unos habitantes de Lawson, que encuentran en el accidentado un extraordinario parecido con Luke Trimble, un joven del lugar, desaparecido en combate durante la segunda guerra mundial. Lawson es un pueblo que ha perdido muchísimos muchachos en la guerra.  Peter sufre amnesia como resultado de su accidente, así que desconoce su propia identidad. Está confundido, y ya los pobladores le dicen que es Luke. Harry Trimble – padre de Luke – es el dueño del cine The Majestic, lugar que otrora alegraba los días de Lawson, pero que permanece cerrado tras los días de la guerra. Harry está convencido de que Peter es su hijo, y está decidido a reabrir el viejo cine y devolverle su antiguo esplendor. Peter, completamente confundido, se deja llevar por la situación. En el camino, se enamora de Adele Stanton – la novia de Luke -, quien quiere creer que el joven soldado ha regresado, pero tiene significativas dudas que la atormentan.

Trabajar en el cine lleva a que – con el tiempo – Peter vaya recuperando la memoria. Él reconoce sus propias frases en el guión de una cinta de acción. Dolorosamente, la curación de la amnesia coincide con la muerte de Harry, y con el hecho de que los agentes del Estado que lo buscaban para llevarlo ante el Comité macartista – que lo considera un subversivo y un convicto – finalmente lo encuentren. Así, tiene que comparecer ante un Comité por presuntas “faltas a la corrección ideológica”, sin nada más que el ejemplar de la Constitución que Adele le ha entregado a través de su padre. Tiene que enfrentar un escrutinio ideológico en un país en el que (supuestamente) se garantiza  la libertad de creencias. Luego de esclarecer su identidad a la luz de lo acontecido en Lawson, Peter se enfrenta al Comité acogiéndose a la primera enmienda de la Constitución de 1776.

"Peter Appleton: Lo siento ... pero se me ocurre que hay un problema mayor hoy de lo que sea o no soy un comunista.
Elvin Clyde: ¿problema mayor. Appleton?, no hay un myor problema que ese.
Peter Appleton: En realidad, no quisiera contrariarlo, pero creo  que sí lo hay. No sé muy bien bien qué decir.
[Peter toma un trago de agua]
Peter Appleton: El hecho es que . .. nunca he sido un hombre de gran convicción. Nunca vi el beneficio en ello ... y francamente, supongo  que yo, eh ... carecía de coraje. Yo no soy como Lucas Trimble. Nunca conocí al tipo, pero me siento como que he llegado a comprenderlo. Lo que pasa es que no puedo dejar de preguntarme lo que diría él ... si estuviera aquí ahora mismo. Saben, creo que lo que creo que él probablemente le dirá: la América representada en esta sala ... no es la América que murió defendiendo.

Yo creo que les diría que su América es amarga ...

[Congresista Doyle comienza a golpear su martillo]

Peter Appleton: ......y cruel ... y pequeña.
Congresista Doyle: La cámara exige orden!
Peter Appleton: Yo sé a ciencia cierta que su América era grande ... más grande que lo que ustedes se puedan imaginar ... con un corazón bien abierto.
[Congresista Doyle golpea el martillo de nuevo]
Peter Appleton: ... donde cada persona ...
Congresista Doyle: Sr. Appleton! Usted está fuera de lugar!
Peter Appleton:  ... tiene una voz! Incluso si no les gusta lo que tiene que decir”.

Esta película fue exhibida en tños oscuros iempos del gobierno de George Bush hijo, tiempos en los que se discutía la llamada “Acta Patriótica” y se implementaban restricciones a derechos fundamentales por razones de seguridad. Se trata de una película que debemos recuperar y examinar en épocas de profunda intolerancia intelectual y política. Nuestra situación actual no es ajena al imperio de la sospecha y la intransigencia ideológica que el filme se esfuerza por denunciar.





2 comentarios:

Alfredo P. dijo...

"intolerancia intelectual y política" además de "intransigencia ideológica" es lo que ha mostrado a lo largo de todos estos años la comunidad de creyentes en la CVR de la izquierda.

Al final ha quedado claro que no hubo ni verdad, ni mucho menos reconciliación.

Gonzalo Gamio dijo...

Ya, tu vieja obsesión, sin ofrecer ningún argumento de respaldo. Lamentable. Sin argumentos no hay diálogo posible.

Continuemos con el tema del post.